El reloj casi roza las doce de la
noche, acabo de llegar a casa, algo cansada porque llevo levantada desde
temprano.
Hoy he trabajando sobre la PNL y,
he estado dándole vuelta a este tema para ver la posibilidad de
montar un curso o taller sobre el mismo. Y para terminar, he llegado del
barrio El Mentidero de escuchar carnaval y al Lover contando chistes, así que,
ha sido un día muy completo y, algo intenso.
Quizás por eso ahora estoy
desvelada y dándole vueltas a la programación neurolingüística que supone,
entre otras cosas saber dónde están nuestros anclajes.
Sabiendo que un ancla es
cualquier cosa que da acceso a un estado emocional y, está asociada al acto de
parar, de detener, he descubierto una de las mías.
Mi Cádiz, mi ciudad, la tierra
(como diría Escarlata O´hara) es la que me ancla y, a la vez me da vida. Vivir
en Cádiz es un ancla y a la vez un impulso. Cuando escucho un tango mi estado
emocional cambia, podría decir que se hace más tibio.
Todos/as tenemos una historia
personal de distintos estados emocionales y, para volver a experimentarla
necesitamos algo que la dispare.
Mi disparo de salida me ancla, mi ciudad.
Ojalá siempre me sienta tan bien
como cuando escucho un tango, aunque, quizás sea este uno de los pocos momentos
donde me siento yo misma. Un tango en Cádiz, hablando de un beso, un beso en
Carnavales, en los portales, a la luz de la luna en mi Caleta.
Ahora soy yo misma y, estoy de
acuerdo conmigo totalmente. Una palma contra otra me pueden llevar a ese
tango que hoy me ha transportado a mi yo
interior.
Cuando me sienta deprimida
recordaré ese tango, palma contra palma y me sentiré en paz conmigo, con la
fuerza de la tierra y, la alegría de mi Cádiz.
Lidera tus anclas.
(Nota: teoría de la PNL sobre las
anclas y los enlaces que nos sirven para alcanzar nuestras metas y, obtener
unos objetivos éxitos en nuestras vidas)