Como mujer apasionada no puedo dejar de imprimir mis emociones y sentimientos en cada palabra que escribo y, muchas veces caigo en la misma situación de implicarme demasiado y, junto con mi implicación también va la de las personas que me rodean y, que por cierto, son las que más quiero.
En mi anterior post he cruzado la delgada línea de la privacidad con, la mal interpretada por mi parte, pasión literaria.
Dejar de lado lo que eres y como eres para escribir, no es tarea fácil, es por ello que debo de pedir perdón y disculpas al hombre más importante en mi vida.
Quiero que entiendas que formas parte de mi existencia hasta el punto de no poder distinguir donde acabamos y empezamos el uno del otro. No voy a borrar mi anterior post porque sé, que el ser humano es el único que tropieza con la misma piedra dos, tres, cuatro,.... veces y, quiero no olvidar que un día te hice sentir mal. Ante esto, sólo tú me puedes perdonar.
Te quiero.
jueves, 14 de noviembre de 2013
martes, 12 de noviembre de 2013
ESTOY ENFADADA.... PORQUE YO QUIERO
Después de un día duro de trabajo
donde las tareas se me iban acumulando por minutos, casi parecían que tenían
vida propia y se reproducían solas.
Llego a casa y cambio a mi rol de
mama, es decir, me bajo de los zapatos de tacón y me calzo las pantuflas
planas, calentitas y cómodas hábilmente diseñadas para que siga estando en pie
y, al pie de cañón.
Esta tarde me toca reunión en la
Escuela de Padres. El tema de debate era sobre lo que nuestros/as hijas/as ven
de nosotras y hacen como nosotras. En fin, muy interesante y, a la vez que
instructiva me sirvió para descansar una horita sentada y, para dejar al peque
en la guardería.
La reunión termina y vuelvo a
estar de pie sobre mis tacones. Ahora tengo que hacer unas compras en el
supermercado del barrio y, con mi niño corriendo por los pasillos con la cesta
carro. Pienso que la compra acabe ya, pero por otro lado, cuando llegue a casa
tampoco me voy a sentar.
Así pensando en esto, llego a
casa ...... cansada ..... pero ahora tengo que recoger la compra, controlar al
peque, bañarlo, darle de cenar, comentar con él el día de hoy en el cole y,
comenzar a prepararlo para dormir.
Mientras gestiono todas estas
tareas llega mi pareja y, sin saber como ni porque me dice que "no lo hago
sentir macho" o " lo hago sentir menos macho", así que, como
repito, sin saber como ni porque, me encuentro con una mala cara.
Me enfado y me voy a la ducha,
una ducha que no me relaja y, le cuento a la alcachofa como me ha ido el día.
Cuando salgo de la ducha ceno
sola y, cuando me vaya a la cama estará caliente pero vacía. Así que voy a
aprovechar y terminar de escribir este post.
Cuando tenemos un día así o,
similar, es difícil gestionar nuestro estados de ánimos, sobre todo, porque el
cansancio juega en nuestra contra.
Pensar que todo el mundo necesita
lo mejor de ti es un halago altruista, pero yo no nací para ser una santa.
Puedo ser una "feminista
hormonada" o "pensar con el culo" y tener lo que me merezco.
Y ahora, en este momento del día,
entiendo que todo lo que hago debe derivar en quererme un poco más.
Por eso, con el cansancio que
ahora tengo sólo voy a hacer una cosa.
Liderar mis sueños.
Hasta mañana.
jueves, 7 de noviembre de 2013
EL ICOSAEDRO DEL AMOR (Inteligencia emocional y la pareja)
Como siempre, después de
mucho reflexionar sobre mis anteriores post, y tras mirarme demasiado hacia
dentro, he conseguido dedicar un tiempo a mirar hacia mi exterior más
inmediato, no sólo mirarme al espejo, sino mirarme en el espejo de la persona
que tengo más cerca de mí, mi pareja.
Hay un dicho que dice que
"Los ojos son el espejo del alma" y, que mejor espejo que el de la
persona que comparte contigo tus alegrías y tus penas, tu salud y tu enfermedad,
tus logros y tus fracasos, y así, todos los días de vuestras vidas que queráis
compartir.
Es por todo esto que me he
planteado afrontar el tema de la Inteligencia de los sentimientos y emociones
que nos surgen cuando compartimos nuestras vidas, cuando la vivimos con otra
persona.
Actuar con inteligencia en
todas las facetas de la vida es querer hacer las cosas lo mejor que sabemos
hacerlas y, llevar a la práctica nuestras habilidades, canalizando nuestras
emociones correctamente.
En el mundo del amor y de la
pareja, donde los sentimientos están a
flor de piel, gestionar nuestras emociones no es tarea fácil. A veces,
confundimos nuestra realidad con la
realidad de nuestra pareja y, confundimos nuestros universos con nuestros
deseos.
A veces me paro a pensar en mi príncipe azul, como un sueño de la
infancia y, sobre todo de la juventud. Ese estereotipo que idealizamos y que
desechamos a medida que vamos madurando. Es por ello, que ahora no busco a mi príncipe azul, y me conformo con un sapo con castillo.
El objetivo de este post es
desarrollar ciertas competencias emocionales para que nuestro sapo particular
se comporte como un príncipe azul,
para ello nosotras también tenemos que dejar de ser sapitas.
Comencemos por hacer un
ejercicio de comprensión, conciencia y autoconocimiento y, como siempre, invito
a la reflexión con una serie de frases, convertidas en
El ICOSAEDRO del AMOR.
1. Dediquemos un tiempo a
pensar, a incitar a la reflexión.
2. ¿Valoramos que lo que
está bien en la pareja se centra en lo positivo?
3. ¿Sabemos regular la
respuesta emocional?
4. Es importante reconocer y
modificar nuestros estados de ánimo.
5. Saber motivarse y
transmitir entusiasmo a la pareja es fundamental.
6. Saber escuchar.
7. Saber expresar los
propios sentimientos.
8. Perseverar en aquello que
nos propongamos.
9. Asertividad.
10. Optimismo y pensamientos
positivos.
11. Distinguir en las
gratificaciones y el "quid pro quo".
12. Intuir.
13. Gestionar los cambios.
14. Saber resolver problemas
o saber pedir ayuda para resolverlos.
15. Tolerar la frustración.
16. Gestionar el tiempo.
17. Gestionar conflictos.
18. Valorar y aprender de
las diferencias.
19. Tomar decisiones y ser
coherente con ellas.
20. Sentido del humor.
No hay recitas mágicas, sólo
una decisión firme de luchar por lo que queremos ser.
Lidera toda tu vida.
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