Las
emociones están a un paso entre la razón
y la conducta y, son ellas las que nos motivan para actuar o no actuar.
Cuando reconocemos que una cosa es buena y la creemos como buena, ahí está la
emoción.
Mi
interés en conocer las emociones es descubrirlas para entenderlas y que no me
saboteen o me anulen.
Gracias
a las emociones el mundo late. Todas las
emociones son ambivalentes, pero se pueden gestionar, este hecho nos lleva a
poder descubrir cuáles son las creencias que están detrás de ellas, el amor, el miedo, la indignación.
Gestionar
las emociones es cuestión de educación y la educación consiste en una educación
del sentimiento y, luego del autoconocimiento. Por ejemplo, la tristeza de un
niño que llora, primero la tiene que vivir y luego la entenderá.
Vivimos
en una época de racionalismo y, las
emociones siguen siendo cercenadas, sólo la indignación en el actual
escenario de la crisis parece haber tomado relevancia, así como la rabia y la ira.
Y
la vergüenza ... ¿Donde está la vergüenza?
Aristóteles
decía que la persona que nunca ha sentido vergüenza no es un ser humano. Entonces
¿quienes nos gobiernan que son ? Ningún político corrupto se siente avergonzado
de ser corrupto, y eso sucede porque no ha sabido cultivar la vergüenza en el
sentido, en que es bueno para la sociedad y la propia persona.
A
mi me enseñaron de pequeña que cuando hacía algo que estaba mal me avergonzaba. Yo espero que esa
conciencia no se pierda, pero da la sensación de que sí.
Cuando
haces algo mal, tiene consecuencias. Has de ser consciente de ello, y eso no
significa que cuando pasas un sobre por debajo de la mesa al menos debería
darte vergüenza, y miedo también.
Me
preocupa que repercusión está teniendo todo esto a nivel individual, hablo de corrupción,
de política, de no cumplir expectativas , ¿que nos pasa por dentro?
Si
colectivamente no hay arrepentimiento, es que individualmente tampoco.
Las
creencias cambian y es una forma de
defenderte antes de decir "me he equivocado". ¿donde queda entonces
el perdón?
El
perdón es muy complicado es más bien
un concepto de iglesia es casi aun acto de fe, y tendría que ser entender al otro antes de actuar. Pedir
perdón es muy fácil, lo difícil es perdonar.
Estamos
en una sociedad sin emociones y todo es de usar y tirar a todos los niveles, no
se reflexiona, así que, deberíamos sentir algo más.
Quizás
a lo mejor, hay que insistir más en el valor
del compromiso. Mi generación ha
nacido con la libertad y nos hemos criado sin cortapisas, hemos querido transformar
una forma de educar casi sin decir nada y, educar no es eso.
Hoy
más que nunca insisto en liderar las emociones, porque sin ellas nos
convertimos en algo absurdo, no en personas.