sábado, 6 de abril de 2013

NUESTROS BASTONES


Según la definición de "Bastón" es una especie de vara hecha de madera u otros materiales que se lleva en la mano para apoyarse en él y mantener el equilibrio. También puede usarse como simple adorno.

¿Sabemos andar con bastón? Siga estos pasos cuando lo haga:

Párese con un agarre firme sobre su bastón. Al mismo tiempo que da un paso hacia adelante con su pierna más débil, balancee el bastón la misma distancia delante de usted. La punta del bastón y su pie delantero deben estar igualados. Quite algo de presión a su pierna más débil poniendo presión sobre el bastón. Dé el paso más allá del bastón de su pierna fuerte.

Parece fácil y, con más frecuencia de la que pensamos usamos bastones de todos los tipos y medidas para andar.

Pero... ¿somos conscientes de nuestros bastones? ¿Sabemos cuáles son? ¿Cuándo los utilizamos?

Nos asombraríamos como muchas personas no saben andar sin bastones por el mundo, necesitan un apoyo o refuerzo constante, un tercer pie. ¿Por qué?

Cuando analizamos a las personas de nuestro alrededor podemos ver en quienes nos podemos apoyar en un momento concreto, en una situación determinada, cual va a ser nuestro bastón más adecuado, pero si en verdad, no tenemos ninguna dificultad y nuestras dos piernas responde a la perfección, porque no soltamos el bastón.

Los bastones deben ser un apoyo puntual pero cuando se convierte en un apéndice más nos es difícil avanzar cuando queramos hacerlo solos. Leamos otra vez como se debe andar con bastón. Si estamos pendientes de hacerlo bien para no perder el ritmo, nos estamos perdiendo otras muchas cosas del caminar y, sobre todo, el caminar a nuestro ritmo, ... a saltos...., a la pata coja,.... a zancadas,... como sea, pero a nuestro propio ritmo.

Soltemos nuestros bastones y no tengamos miedo de imprimir personalidad a nuestros andares. No digo que sea fácil averiguar cuáles son nuestros apoyos enquistados, ni reconocerlos, ni aceptar que nos hemos hecho dependientes, pero os lo aseguro, lo que no es fácil es soltarnos y, demostrarnos que andar con tu propio paso no es siempre tan difícil, que conseguir nuestro propio equilibrio nos hará caer a veces, pero la recompensa al levantarnos será mucho mayor.

Lidera tu vida, controla tus bastones solo el tiempo que sean necesarios, después anda, corre, salta o contonea tus caderas.

No hay comentarios :

Publicar un comentario