Disfrutar de los Carnavales de Cádiz es toda una
experiencia que debe ser vivida al menos, una vez en la vida. Sus calles, sus
gentes, sus tangos y, sobre todo sus palabras.
Me llena de orgullo y de pena, cuando escucho esas letras
llenas de rebeldía, esperanza, alegría y, sobre todo, doble sentido. Y me lleva
a pensar, casi inconscientemente en el poder de las palabras.
Cuando se escuchan sus coplas y coplillas reivindicando
trabajo, casa, menos recortes, más libertad, me sorprende el énfasis que llegan
a transmitir y, llego a la conclusión de la importancia del lenguaje para
provocar emociones que describen creencias que luego, salen a la luz.
La Palabra como herramienta de transformación es tan
interesante y rica en contenidos y, es un pilar para el cambio y la mejora
personal.
Es casi increíble, como hombres y mujeres son capaces de seleccionar las palabras
justas para describir las experiencias de un pueblo, para potenciar sus propios
recursos y generar emociones que den impulso hacia adelante.
Sería impresionante que cada día, en cada momento las
palabras configuraran nuestro destino.
En estos momento, mi vecino está escuchando Carnaval y, me
puede llegar un leve susurro de comparsa, ahora me escucho a mi misma y a la
letra también y, me hace sentir como me reflejo respecto a la vida.
El objetivo es sentirse mejor, intenta inventar tus
propias palabras reemplazando las que te hagan sentir mal y te frenen.
El poder de las palabras radica en lo que tengas en tu
mente, porque son el reflejo de tus pensamientos y de tus sentimientos y, al
contrario, las palabras pueden llegar a transformar estados de ánimo y
pensamientos limitantes.
Lidera tu lenguaje, elige las palabras que potencien tu
objetivo de ser feliz.
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