martes, 6 de agosto de 2013

¿Te conoces bien?

Una de las razones que me impulsaron a escribir este blog fue, darme cuenta de cómo se toman las decisiones en la vida, como nos influye nuestro entorno y los que habitan en él.
Es por ello que he echado cuentas, de cuantas veces en el tren de mi vida me cruzo con personas que toman mi vagón por un rato y, luego se apean.
A determinadas edades ya se debe saber bien y, es conveniente saber muy bien, que es lo que se quiere y, también lo que no se quiere. Es importante saber dónde se quiere estar y, donde quiero estar, al medio y al largo plazo. Dentro de lo que necesito también es bueno tener prioridades, objetivos y metas.
Si no nos proponemos algo cada día, parece que ese día cuando acaba, acaba incompleto. Son propósitos sencillos como regalar algo que no cueste dinero, como una sonrisa, unos “buenos días” o un “te quiero”.

A determinada edad en la vida uno ya debe saber lo que quiere y en que vagón viajar.


Debemos saber romper con nuestras zonas de seguridad, si es necesario. Esas zonas donde el confort se disfraza de cobardía, porque lo desconocido da miedo, porque lo desconocido es sólo para valientes que se enfrentan a sí mismo.
A veces se juega a ganar y se pierde, pero te llevas la satisfacción de haber jugado, de haber aprendido y de aprender a perder.
No es fácil salir de tu zona de confort, no es fácil enfrentarse a uno/a mismo/a y decir “no me vale”, “esta seguridad, no me vale”. Esta seguridad es tóxica.
Depende de ti alimentarla, alimentar esa falsa zona de confort y seguridad que te impide avanzar.
Todos/as  tenemos zona de confort donde nos sentimos cómodos/as, como “pez en el agua” y, aun así, esta zona resulta poco estimulante y no nos propone retos. Nos estanca.
Lideremos nuestras vidas y expongámonos a lo desconocido.
Cuanto más pequeña sea nuestra zona de confort más fácil nos será salir y volver a entrar en ella. Para ello debemos estar acostumbrados/as a realizar pequeños cambios con asiduidad. Nos exponemos y nos confortamos para volver a coger fuerzas y salir de ella otra vez.
Durante el  recorrido en mi tren personal he encontrado a muchas personas que no reconocen si están o no en su zona segura y, aunque les ayude a reconocer algunas pistas para ello, no lo he conseguido. Es por eso que hoy comparto con vosotros/as, alguna de esas pistas.
TU CUERPO. Cuando estamos incómodos/as nuestros cuerpo lo manifiesta. Por ejemplo, un mareo, unas náuseas o un dolor recurrente. Es algo que cada cual conoce bien, aunque no haya reparado en ello. Yo la detecto cuando me empieza a molestar la ropa que llevo. Es muy bueno estar atentos/as a las pistas que nuestro cuerpo nos dá.
TU MENTE. Es un arma de doble filo. Si nuestra zona de seguridad es grande pensaremos que no vale la pena exponerse y nos frenará. Por el contrario podríamos estimularla queriendo hacer algo diferente a lo habitual.
TUS SENTIMIENTO. Cuando decidimos hacer algo que no nos convence nos sentimos incómodos, incluso cuando aún no lo hemos hecho.
TU SABER. Cuando hayamos decidido salir y exponernos, es bueno saber hacía donde vamos. No es aconsejable tirarse a la piscina sin saber si está llena de agua. Lo importante es dar el paso con seguridad.
Analizando estas pistas seguro que en alguna ocasión te habrás encontrado incómodo/a.
Hay una canción de Mecano que se titula, “Me cuesta tanto olvidarte”, donde dice Ana Torroja…. “aunque fui yo quien decidió que ya no más y, no me canse de jurarte que no habrá segunda parte, me cuesta tanto olvidarte”… es una manera de salir de una situación tóxica, enfrentarse a lo desconocido, sentir como te molesta no sólo la ropa, sino la piel, notar como tu mente te frena y te vuelve hacia el pasado, tus sentimientos se confunde y, lo importante es saber que tu decisión es la correcta.
Lidera tu vida atenta/o a tu cuerpo, a tu mente y a tus sentimientos.


NOTA: Reflexiones sobre el AutoCoaching. Inteligencia Emocional. Programación Neurolinguística.

8 comentarios :

  1. Me ha encantado el artículo. A mí me persigue en mi cabeza últimamente el confort, no dejo de dar vueltas a la cabeza, así que seguiré observandome y, ójala sepa coherentemente tirarme desde el trampolín correcto a la piscina de la pasión.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Nube por tu comentario. Darle vueltas a la cabeza nunca viene mal para descubrir diferentes oportunidades u opciones, pero cuidado con los pensamientos rumiantes. Por otro lado, confío en que descubrirás tus pistas y, lideraras correctamente tu piscina y tu tiempo. Saludos

      Eliminar
  2. Muy oportuno, conciso y práctico.
    Invita a la reflexión y a replantearse las cosas verdaderamente importantes de la vida.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Manuel. Tus comentarios son muy apreciados por mi y los valoro de corazón. Saludos.

      Eliminar
  3. MARIJOSE; EXCELENTE COMENTARIO, DE LO MEJOR QUE HE LEIDO EN ESTOS ÚLTIMOS DIAS, CON EL TIEMPO ES OBLIGADO APRENDER A SER EL CAPITAN DEL BARCO DE NUESTRA HERMOSA VIDA, DEBEMOS DE JUGAR " EL JUEGO DE LA VIDA " O BIEN EL JUEGO DE ; YO ESTOY BIÉN, TÚ ESTAS BIÉN, VIVE Y DEJA VIVIR, ETC,ETC. NOS UBICA TU COMENTARIO EN QUE EL JUEGO DE LA VIDA SE DEBE JUGAR CON ASTUCIA, GRACIAS MARIJO POR TAN BUEN COMENTARIO, ME DEJAS UN BUEN MOMENTO. SALUDOS.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. María José Pinteño Rueda14 de agosto de 2013, 2:32

      Buenos días persona anónima. Comentarios como el tuyo me hacen sentir muy bien con lo que pienso e intento escribir. Me alegra que hayas tenido un buen momento. Saludos cordiales.

      Eliminar
  4. Maria Ángeles Martín Martín.16 de agosto de 2013, 3:39

    Felicidades por el articulo. Hacia tiempo que no leía algo tan directo y que invitase tan claramente a la reflexión. Muy bueno y acertado. Gracias por tu articulo porque gracias a el me doy cuenta que algunos pasos dados van en la dirección acertada y por otra parte me anima a dar otros. Gracias por tu motivador articulo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas tardes María Ángeles. Gracias por tus felicitaciones. Me alegra que te haya ayudado a reflexionar, siempre es bueno parar un poco o desacelerar para darnos cuenta de donde estamos y si nuestros pasos están siendo bien dirigidos. Lidera tus momentos, tus reflexiones y tu dirección acertada. Saludos.

      Eliminar